El fútbol es un deporte de equipo. Además de una obviedad es algo que normalmente, a la gente que estamos dentro, se nos resulta olvidadizo.
Cuando empezaba a entrenar, la gente que me aconsejaba me decía: "si no quieres hincharte a trabajar para que el resultado sea invisible, afina en traer jugadores. Un delantero bueno, un centrocampista bueno también, un defensa fuerte y un portero de garantías y ahí vas jugando con los demás puestos. El fútbol es de los jugadores, no te compliques..."
Cierto es y la historia así lo demuestra que cuanto mejores cartas tengas más posibilidad de ganar la partida pero ¿Qué hay de que el futbol es un deporte de conjunto? No es posible dar la espalda a una estructuración del trabajo, unos patrones procedimentales, una claridad en los criterios, futbolísticos y de gestión del grupo, unas reglas internas, una afectividad y conectividad emocional del grupo de jugadores, si me apuran, hasta una familiaridad que será la que aflore en momentos complicados. Tener buenos jugadores, inexorablemente, te va a hacer ganar partidos pero si como base de funcionamiento no quedan representados los ítems mencionados anteriormente, no te da para luchar por campeonatos y que su construcción perdure en el tiempo.
¿Cuántos ejemplos más que representativos podemos mencionar que avalen esta tesis? A la postre, han dado lustre a equipos recordados, el Brasil del 70 de Pelé y compañía, la Naranja Mecánica de Rinus Mitchels, la Quinta del Buitre, el Milan de Sacchi, El Barça de Cruyff y Guardiola, la Selección Española tricampeona...Por contra, ¿Cuántos equipos comienzan a fichar nombres para completar cromos llamativos? (PSG actual, o el R. Madrid de los galácticos en su tiempo...) por supuesto, grandes jugadores pero si quieres optar por ganar los campeonatos y por construir un gran equipo se necesitan, sin duda, una buena dosis de trabajo de grupo. En el deporte es muy complicado, casi imposible, que algo sea de hoy para mañana.
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