jueves, 21 de noviembre de 2019

PREFIERO HABLAR UN POCO DE FÚTBOL


En todo este maremagnun de opiniones, manifestaciones y crispaciones, me atrevo a decir que hasta odios, que se suscitan en los últimos tiempos, y además por asunto de toda índole (política, ideológica, de identidades...) me resulta, quizás, osado por mi parte emitir mi punto de vista a riesgo de que el consejo sumarísimo de la gente te intente encasillar, te tache o te señale. Como comprenderán, a mi edad, eso me intimida poco. En cualquier caso, ya tengo asumido que está instaurado en este siglo XXI el fanatismo y la falta de respeto a todo, entre personas, a la ley, a los valores mínimos de convivencia, triste.
Y como de gobiernos, pactos, elecciones, problemáticas regionales y sentencias judiciales no voy a manifestarme (eso ya lo hago exclusivamente en mi casa), prefiero hablar un poco de fútbol.

TEMA SELECCIÓN. Resulta que L. Enrique vuelve a la Selección y se marcha Robert Moreno (son hechos probados). En su día defendí a Rubiales y a la Federación por la apuesta de R. Moreno. Decían que querían dar continuismo a un trabajo comenzado. No era conocido este entrenador en la élite pero, por qué no una oportunidad. Ahora parece que queda demostrado que dicha apuesta fue para hacer de delfín para una futura vuelta de L. Enrique o con la motivación de no traer otro de más nombre y que torpedeara la incorporación de L. Enrique. Y, dado que las cosas ha sido como han acontecido, creo:
1- Cierto es que Moreno era seleccionador interino y que ya se veía en la Eurocopa pero no es menos cierto que L. Enrique ha sido poco ético y oportunista en volver en este momento cuando el otro iba a saborear la miel.
2- Me parece pésima la gestión de Rubiales, en este y otros asuntos. Parece que le gusta resolver los problemas con guerrillas en vez de anticiparlos y debatiéndolos en una mesa entre todas las partes antes que trascienda públicamente.  De paso, por qué no mencionar la sensibilidad que todo el mundo ha tenido con Moreno por esa forma de salir de la Selección en contraposición con el aplauso que tuvo Rubiales cuando cesó a Lopetegui, ninguneándolo y vilipendiándolo, por pactar entrenar al R. Madrid a la finalización del Mundial de Rusia. Está claro que el afán de protagonismo queda más que contrastado en el presidente de la Federación. Pésima, también, la decisión unilateral de llevar a Arabia Saudí la Supercopa y todo por un puñado de dólares, cantidad ésta proporcional a pérdida de credibilidad y de unos principios, lamentable.

TEMA BALE.Vaya mi crítica a la gestión del R. Madrid en este asunto. Un jugador ya amortizado, con 6 temporadas en España, siendo el mejor pagado de la plantilla sin tomar la bandera de la misma. Alguien que, por vago, jamás se ha adaptado ni al club, ni a la cultura ni al idioma (no imagino lo que dirían a un jugador español que fuera a la Premier y después de 6 años no se hubiera preocupado de aprender inglés y adaptado) y, lo peor de todo, se desmarca con una chulería que desacredita la gestión interna del club de "ahora me duele, ahora creo estoy lesionado, no quiero arriesgar, mejor no jugar" para rematarlo con una mofa pública faltando el respeto descaradamente... Ese jugador, por ser elemento distorsionador del ambiente del vestuario, no debe pisarlo más. Lo que ocurra, no lo sé, sí puedo vaticinar que como no se lo quiten de enmedio puede ser mecha de un incendio que se lleve cosas importantes por delante.

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