sábado, 27 de julio de 2019

EN NOCHES DE IMSOMNIO


Eran las tantas de la madrugada pero sí que lo vi. Me agarro a cualquier forma de estar "activo" mientras no esté entrenando. Estaba convencido que había cosas que anotar y de las que aprender. Y mientras gran parte del país se ha despertado al son de "debacle, humillación, vergüenza..." no es para menos, me quedo con varios asuntos para mi aprendizaje. Del Atlético, decir que cuando 11 tíos comparten una idea y se la creen o se las hacen creer es difícilmente contrarrestable. 
Ese chico, Joao Félix, es una bendición verlo jugar, cómo se mueve, como toca de primeras, cómo crea... de babero.
Del Madrid, más allá de todo lo analizable, me quedo que cuando un rival te está haciendo daño, te está barriendo de tal forma que te sume en una negatividad difícil de levantar, como entrenador, esas cosas hay que cambiarlas a partir de una inmediata actividad táctica que pasa por realizar los cambios posicionales que sean necesarios y no insistir en dar traslado de un plan, inicialmente "magnífico", a unos jugadores sumidos en un bucle de autoimcompetencia y autoflagelacion que no va a más allá que a una falta de respuesta y soluciones.
Y aunque no supone una tarea fácil, un equipo debe estar armado de herramientas futbolísticas y de control emocional para cuando se presenten estos casos.
Y, por favor, ni se imaginan cuánto daño hace al equipo, después de una desastrosa primera parte, que en el descanso el entrenador pronuncie eso de que "la primera parte vamos a olvidarla". A olvidarla?, ni tú como entrenador ni al futbolista se le va a es fumar esa losa de la cabeza mientras no haya un análisis. Por supuesto que no se debe particularizar pero incidir en las 3 o 4 cosas que te hayan condenado, por supuesto e inmediatamente.
Las noches de insomnio y de inactividad futbolística para ésto es para lo que dan. 

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