A veces, los números y las fechas son de significativos lo que de fondo irradie de felicidad y emoción. En nuestro caso, hoy es de esos días que, ineludiblemente, llama a nuestro recuerdo a desempolvar lo que fue aquel sábado 23 de junio de hace 5 años. Una explosión de alegría y fiesta para nosotros, nuestras familias y muchísimos amigos que nos juntamos para celebrar nuestra unión en matrimonio. Todo fue inolvidable y después de un lustro agradecemos a cuantas personas estuvieron y siguen estando detrás de que la felicidad sea nuestra compañera y cómo no, a la vida por otorgarnos a nuestra pequeña Sofía y nuestro siguiente tesoro de 12 semanitas de vida.
Curiosamente, hoy se cumplen también 17 años que ocupo el mismo puesto de trabajo. Aún no corresponde hacer balance de esta larga etapa laboral en tiempos donde la fidelidad adquiere escaso valor pero soy consciente que la linea de meta me queda cerca por ley natural, quien sabe si muy cerca. En cualquier caso, agradezco a cuantos compañeros tuve en todo este camino.
Es, sin duda, este 23 de junio una fecha de gran valor para nuestra memoria. Gracias amorcito por acompañarme en este tránsito.
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