Bien por la disposición en el campo de 3 delanteros o de 3 mediaspuntas con un delantero, porque es la moda, porque los equipos juegan hoy día a juntar cromos y encajar grandes estrellas en un equipo que sólo caben 11, o bien, por todo a la vez, vemos proliferar jugadores con cualidades parecidas con un perfil driblador, muy habilidoso o potente, exterior (de los que pisan la línea de banda cuando van a recibir el balón)...con estos denominadores comunes y con el más sobresaliente de ellos, los diestros juegan por la izquierda y los zurdos por la derecha.
Con todo este cóctel o tormenta de ideas quiero llegar a plantear lo acusado de hoy en día en nuestro fútbol en cuanto a la proliferación de este tipo de perfiles.
Basta nombrar jugadores de la talla de Neymar, Bale, Draxler, Carrasco, Robben, Ribery, Vitolo, Nolito, Muniaín...todos ellos tienen posibilidad de salir por izquierda o por derecha en un regate a su rival aún estando en una parte del campo en la que su lateralidad se ve forzada a un lugar no natural.
Estudiando un poco el juego de cada uno de ellos puede sacarse como conclusión que la mayoría de estos jugadores adaptados a estos perfiles suelen ser muy verticales, con un juego asociativo relativamente restringido a su acción particular en 1 contra 1 posicionados en el campo de frente a la portería. Siendo así, su margen de maniobra se limita al poco espacio entre rival y línea de banda además en carril de pierna no dominante (por el otro lado, diagonal hacia la portería, cabe la posibilidad de ser cerrado por la ayuda de otro defensor rival).
Teniendo en cuenta todo ello, la clave no es sino partir desde un posicionamiento corporal perfilado hacia el campo de forma que la visión del futbolista controle toda la superficie del campo. Con conducciones paralelas a la línea lateral del campo tiene amplia visión y margen de maniobra por izquierda (atacar la pierna dominante rival), de frente (pierna no dominante rival y desestabilización y engaño línea defensiva rival) o por derecha (abandono de opción en 1 contra 1 o búsqueda de alternativa en juego grupal).
En esto Neymar es un espectáculo. Su excelsa calidad, su solvencia técnica (perfectamente dotado en el manejo de ambas piernas), su creatividad, claridad en el 1 contra 1 hacen de él un futbolista que maneja a la perfección el registro de la ocupación perfecta de ese espacio que pretendo pararme a estudiar así como supone el perfecto prototipo del delantero por la izquierda.
Estudiando un poco el juego de cada uno de ellos puede sacarse como conclusión que la mayoría de estos jugadores adaptados a estos perfiles suelen ser muy verticales, con un juego asociativo relativamente restringido a su acción particular en 1 contra 1 posicionados en el campo de frente a la portería. Siendo así, su margen de maniobra se limita al poco espacio entre rival y línea de banda además en carril de pierna no dominante (por el otro lado, diagonal hacia la portería, cabe la posibilidad de ser cerrado por la ayuda de otro defensor rival).
Teniendo en cuenta todo ello, la clave no es sino partir desde un posicionamiento corporal perfilado hacia el campo de forma que la visión del futbolista controle toda la superficie del campo. Con conducciones paralelas a la línea lateral del campo tiene amplia visión y margen de maniobra por izquierda (atacar la pierna dominante rival), de frente (pierna no dominante rival y desestabilización y engaño línea defensiva rival) o por derecha (abandono de opción en 1 contra 1 o búsqueda de alternativa en juego grupal).
En esto Neymar es un espectáculo. Su excelsa calidad, su solvencia técnica (perfectamente dotado en el manejo de ambas piernas), su creatividad, claridad en el 1 contra 1 hacen de él un futbolista que maneja a la perfección el registro de la ocupación perfecta de ese espacio que pretendo pararme a estudiar así como supone el perfecto prototipo del delantero por la izquierda.
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