Desde que inventaran una forma jugada con un esférico que posteriormente dio como resultado el deporte más seguido de cuantos existan en este mundo nuestro, y como en todos los ámbitos de la vida, el fútbol ha vivido una extraordinaria evolución en todos los órdenes.
A día de hoy podemos identificarlo como no sólo un deporte sino un negocio a gran escala. Los futbolistas en sí son empresas multinacionales, los equipos manejan presupuestos superiores a los de incluso algunos países, los medios de comunicación hacen tales despliegues que ocupan horas ingentes del día en su cobertura.
Y, si bien, el fútbol ha tenido esta evolución susodicha en muchísimos aspectos; por nombrar los más relevantes, organización del juego y utilización adecuada del terreno, sistemas de entrenamiento, estudios para sacar el más mínimo rendimiento, implantación de academias para el aprendizaje de niñ@s cada vez a más corta edad...hay algunos otros que, a pesar de haber experimentado una evolución en su día, ahora parece que sufren involución.
Existe un posicionamiento de, cada vez más extendido, un nutrido grupo de críticos que manifiestan que los sistemas defensivos de muchos equipos se están volviendo tan vulnerables que sufren una proporcionalidad inversa a lo espectacular que pueden darse algunas acciones en ataque o quizás estén relacionadas.
Esta corriente crítica está basada en señalar una preocupación más expresa por el ataque y por su forma estética de ejecutarlo dejando un poco de lado aspectos no menos importantes como son los defensivos. El juego combinativo y la manera de desarrollar el fútbol por la Selección Española o el Barça y sus logros, como también nuevas formas de pensamiento llevadas al juego por nuevos entrenadores son pesadas piedras de toque aunque caer en el error de dejar de preparar los otros 2 momentos del fútbol como son la defensa y las transiciones es una equivocación de bulto enorme.
Con todas estas premisas, mi posicionamiento es el siguiente:
1- Estoy a favor de TODO tipo de evolución en el fútbol. No quiero un deporte anquilosado y mucho menos cuando hay otros que nos pasan por la derecha a toda velocidad (fútbol americano, rugby, balonmano, fútbol sala, baloncesto...).
2- Estoy a favor de la nueva concepción de la construcción de los ataques desde el portero. En este sentido, vuelvo a hacer causa en la figura del portero aún en contra de todos mis detractores. El portero debe participar y no por capricho o porque quede muy progre sino por convencimiento, por entendimiento del juego, por táctica... Si el balón es jugado al portero es porque haya una solución jugada antes que enviar un pelotazo al rival y porque voy a atraer al rival para así encontrar más espacios intermedios a través de un pase ORIENTADO corto, medio o largo. Cada uno puede proponer o entender lo que crea, en mi caso, por mucho que me critiquen, esa idea me la llevaré a la tumba.
3- Estoy a favor de que los entrenadores no paren de estudiar este deporte, en sus formas de entrenamiento, en sus propuestas competitivas y que sus mentes EVOLUCIONEN.
Como también me posiciono en promulgar que:
1- Los sistemas defensivos están sufriendo, en su gran mayoría conceptiva, una involución. Veo muchos partidos en los que los equipos conceden muchos espacios, no se es lo suficiente riguroso en marcas y vigilancias, en basculaciones y presión. Hay una endeblez generalizada. Esto da al traste para que veamos tanteos escandalosos. Y, aún a sabiendas, que hay atacantes desequilibrantes en su grado máximo, intuyo un déficit en la preparación defensiva de los partidos.
2- Hasta que, desde la base a las altas alcurnias, no se tenga el firme convencimiento que el fútbol es un deporte de equipo se estará involucionando a nivel colectivo. Este deporte no se sostiene con unas cuantas estrellas que se juntan y unos satélites que les siguen. Todos hacen un trabajo común. El lema "nadie es más que nadie" ha llevado a la Selección Española de Fútbol Sala a ser Campeona de Europa ayer mismo.
3- Percibo que todos los entes, jugadores, entrenadores, directivos y público no están actualizados en términos del reglamento. Existe multitud de actualizaciones del reglamento del fútbol que no son conocidas por todos lo cuál perjudica en el entendimiento del fútbol y por ende a las circunstancias que se dan en la competición.
Situaciones como el fuera de juego, aquellas punibles de la mano, tarjetas amarillas y alguna que otra más llevan a error por su desconocimiento.
Quizás desde las Escuelas y Academias se tenga una alta responsabilidad en dar a conocer a los nin@s todos estos entresijos de un deporte que, poco a poco y bien hecho, necesita su mayor conocimiento para ser entendido, saber ser jugado y no contentarse sólo porque estos chicos toquen muy bien el balón o hagan muchas filigranas con el mismo.
Suele ocurrir que si las evoluciones no se estructuralizan pueden caer en moda o convertirse en involuciones.
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