Mejor que esta ilustración es imposible describir el peso que estamos soportando en nuestro caminar por esta competición.
Están confluyendo multitud de circunstancias para que nuestro final de temporada sea agónico y sufrido hasta límites fuera de toda normalidad.
Esta jornada necesitábamos ganar y esperar que pincharan nuestros rivales inmediatos. La empresa no era fácil. Gines se jugaba la honra y el orgullo en su último partido en su campo; nosotros, aún sin conseguir 3 puntos lejos de nuestro campo esta temporada teníamos la imperiosa necesidad de ganar fuera de casa en nuestra última oportunidad.
Era imposible huir del nerviosismo y la ansiedad por parte de un grupo castigado por el fútbol debido a nuestra falta de acierto finalizador. Mi cometido era llevar todo a la normalidad y que ésta nos condujera hasta la victoria.
Estábamos jugando con excesiva precipitación, no hacíamos correr el balón y éramos nosotros los que queríamos correr más que el juez esférico. En el m.40 acertamos marcar para alivio momentáneo y digo momentáneo porque las ansias de cerrar el partido con un segundo gol nos hizo tanto daño como si fuéramos por detrás en el marcador.
Nuestro juego seguía siendo demasiado previsible, fuera de todo orden y a impulsos. Estaba claro que la situación nos llevaba al sufrimiento sin remisión. Acuciado éste cuando en el m.33 de esta 2ª parte Gines nos marca el gol del empate.
La situación era límite. Estábamos descendidos. Necesitábamos reaccionar. La piedra fue tal como la de la imagen. Movimos rápidamente el banco y en el m.93 marcamos de golpeo directo para delirio y descarga máxima de adrenalina de todo un equipo al que ya no le cabía más sufrimiento en el recipiente.
Nos dió tiempo de marcar un tercer gol en el último suspiro. Superamos nuestro primer match-ball en contra. Ahora dependemos de nosotros mismos. Si ganamos el próximo domingo a las 11'00 h. ante el U. D. Pilas mantenemos la categoría. Volverá a ser un todo o nada, la gloria o el infierno. Esperemos estar lo más preparados posible para llevar esta pesada piedra hasta donde queremos dejarla; sólo falta un paso.
¡Fuerza Equipo!
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