No puedo catalogar sino de sobresaliente la actuación de ayer de mis jugadores sobre el campo ante Diablos Rojos. Me ha parecido espectacular la interpretación del fútbol por parte de unos jugadores que en todo momento han sabido lo que había que hacer para jugar bien a ésto y cuyas consecuencias inmediatas han sido superar y dominar al rival, disfrutar sobre el campo y, cómo no, ganar. Lo hicimos por 2-0.
Por supuesto que siempre que nos ponemos la casaca de nuestra squadra, todos los integrantes de un equipo luchamos por la victoria pero en mi caso, y lo digo sin demagogia alguna, a veces me da igual el resultado si el juego desplegado por mi equipo me divierte, me hace estar satisfecho y, como ayer, me emociona.
Fue toda una gozada verles jugar y derrochar juventud, vitalidad y determinación en cada acción del juego.
Nunca se puede decir que en un juego como éste hay unas actuaciones perfectas porque siempre se puede hacer mejor y, bien saben mis jugadores que mi exigencia es infinita e insaciable.....siempre se puede dar más y en ello nos afanamos, pero en este partido hemos estado muy, muy cerquita de hacer casi todo perfecto.
Nuestra ubicación en el campo y la ocupacion de los espacios ha sido magnífica, el dominio y la lectura del partido ha sido de una gran madurez, nuestros ataques han sido correctamente interpretados, nuestro sistema defensivo basado en una basculación incansable y robos apropiados en zonas marcadas ha sido elogiable (sólo en la 1ª parte hemos sometido a nuestros rivales a 32 robos de balón, cifra espectacular) así como nuestras transiciones ataque-defensa y defensa-ataque, mejor no podían estar ejecutadas.
En suma, no puedo estar sino muy feliz por el espectacular partido que nos han brindado los futbolistas de mi equipo así como me rindo ante el esfuerzo y la extraordinaria superación como logros de una identidad de todo lo que estamos haciendo.
Chapeau por mis jugadores que han creido en lo que hacian.
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