El joven artista de Dos Hermanas, Juan Miguel Martín presentará próximamente en Sevilla una exposición con creaciones de la forma que ven. Con sólo una cartulina, un bolígrafo bic azul de toda la vida y todo el arte que puedan llegar a desprender sus dedos, los retratos no pueden ser más perfectos.
He elegido esta imagen, confeccionada por este artista, por ser muy signficativa y emotiva para mi, es mi Virgen de Sevilla. La Virgen de las Aguas de mi Hermandad del Museo, imagen de la que fuí costalero durante 5 años.
Nunca olvidaré esos años por haber sido, sin duda, los más intensamente cofrades que habré vivido (sacaba el Museo en Sevilla y en Huévar, mi Virgen de la Sangre). Estudiaba Empresiariales y tenía clases por la tarde. Los viernes, con mi amigo José Carlos, costal en mano y ataviados como corresponde íbamos deseosos de ensayo por unas calles de Sevilla oliendo a azahar en cada rincón y con la temperatura, la suya, buscando aquella cita costalera que se prolongaba hasta la madrugada.
El Lunes Santo, día de nuestra salida, era algo único. Quedaba desde mediodía con mi compañero y nos íbamos a ver a San Gonzalo por la capilla de la Estrella, vuelta al Museo y preparativos. Cómo no recordar los pestiñitos a los que nos invitaba en su casa Pepe Clérigo, justo antes de encaminarnos a la capilla....y, los momentos bajo el paso.......ahí se quedan. Siempre recordaré la profundidad de la mirada de mi Virgen de Sevilla, una talla que refleja la imagen más real de una mujer sobrellevando el dolor por la muerte de su hijo, impresionante. Ahora, al poner su retrato me he transportado a aquellos inolvidables años.
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