Llegando estas fechas navideñas surgen una serie de confusiones respecto al trabajo en los equipos de fútbol.
Hablamos de unas fechas, coincidentes con justo la mitad de la temporada competitiva, en las que o se tiene claro qué tratamiento hay que dar a la preparación, entrenamiento o entendimiento de estos días de asueto o nos podemos ver con circunstancias inesperadas respecto a la marcha de nuestro equipo o incluso a la pérdida de lo ganado hasta ahora en términos de rutina de trabajo en entrenamiento y la manifestación de unas disfunciones en los automatismos propios de los jugadores del equipo.
Hay que prever, en primer lugar, que se estará no menos de 20 días sin competir por lo que las sensaciones propias que suelen darse en cuanto a visualización en días anteriores a la competición tales como: vivencias grupales, periodos de tensión y concentración propios de estos días inexorablemente se pierden.
Igualmente, los condicionamientos producidos por los propios días de fiesta, de comidas (faltando a la rutina, a deshoras y al rigor alimenticio), de desplazamientos, de faltas de sueño.....todo ello constituye un caldo de cultivo para volver loco a un organismo, el del fútbolista, acostumbrado a una rutina de 3 o 4 entrenamientos semanales, su día competitivo y sus días de descanso.
Por supuesto, cada uno en su entendimiento o porque así lo crea oportuno, realizará el planing que sugiera como adecuado para su equipo en estos días. En nuestro caso, el Atco. Sanlúcar, el Cuerpo Técnico constituido por Josema Acejo, Oscar Pascual y un servidor, tenemos planificados 4 días de entrenamientos, estratégicamente encuadrados, basados cada uno de ellos en un refuerzo de todo lo que no debemos perder a y todos los niveles futbolísticos así como un trabajo individualizado corrector de los errores puntuales de los jugadores, los mismos a los que rutinariamente no podemos atender.
Está claro que, como cualquier otra persona, el futbolista somete su cuerpo a algo que por norma no realiza pero todo tratado desde el control alimenticio, descanso y entrenamiento los días intermedios a los de fiesta, los efectos se presentarán en menor medida y la disfunción y mejor adaptación a la otra mitad de la temporada que aún resta puede ser crucial.
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