Creo que ha sido la primera ocasión en las 13 temporadas que he dirigido a mis equipos como entrenador que me he ausentado a un partido oficial. Es más, ni siquiera me había perdido dos entrenamientos consecutivos como en esta ocasión. No estaba preocupado por ello.
A principios de temporada hemos montado un equipo de trabajo conformado por 3 técnicos y 21 jugadores. La motivación no es única respecto a dotar de una buena organización, diversificación del trabajo y calidad en el entrenamiento sino para asegurar el orden y la buena dirección cuando surjan incidencias como ha sido en esta ocasión mi ausencia.
Para mi hubiera sido sencillo dirigir en la sombra (simple contacto telefónico) pero mi confianza en mis compañeros y, por qué no decirlo, mi respeto hacia ellos me han hecho mantenerme al margen en la preparación de este partido ante el Ibarburu.
Según me contaron, fue difícil imponerse al correoso Ibarburu pero tuvimos el acierto de lograr un 2-0 en el marcador final. Fueron 3 puntos importantes pero más lo fue aún que el equipo tuviera una conciencia generalizada de un guión que cumplir, enarbolando una extraordinaria fuerza de grupo. Enhorabuena equipo.
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