Entiendo que sea motivo de satisfacción para mucha gente los primeros 3 puntos, más para el numeroso público que acudió a nuestro campo, a todas luces impensable temporadas atrás; y precisamente por ellos es el mayor compromiso de hacer un buen fútbol para su disfrute, pero, evidentemente, ni me conformo ni me es suficiente el fútbol desplegado, ni, por supuesto tampoco, caeré en la trampa de la euforia de un resultado como escudo de lo que debe ser por mi parte una autoexigencia mayor y por ende solicitarla de mis jugadores.
Acertados sí que estuvimos, ganamos 4-0 a un correoso Loreto en una mañana de muchísimo calor, casi insoportable para que por las cabezas de los jugadores pudieran trazarse jugada alguna. Estuvimos demasiado ansiosos e imprecisos, precipitados en muchos minutos por una búqueda constante de agradar a un público que aplaudía cada acción de los nuestros. Equivocamos el camino y ello nos llevó a un mayor desgaste. En el fútbol, primero hay que pensar y después correr, no a la inversa.
Y, como digo, aunque nunca estuvimos cómodos (el rival también jugaba), la efectividad fue alta dado que las visitas que hacíamos al área rival se convertían en, también, visitas a las redes visitantes.
Importantes y bienvenidos los 3 primeros puntos en nuestro campo, ante nuestra afición pero todavía bastante que mejorar en cuanto a la elección de los caminos que hemos de utilizar para hacernos felices también a nosotros mismos.
Reconozco y alabo el gran esfuerzo desplegado por mis futbolistas que en unas condiciones de calor extremo se fundieron (nunca mejor dicho) en el ánimo de la búsqueda de la victoria y de reencontrarse con una afición deseosa de que su equipo la haga disfrutar. Igualmente, agradezco enormemente el cariño mostrado por una gran cantidad de personas que se han dirigido a mi estos días deseándome suerte para esta campaña que ahora ha comenzado (muchos de ellos me dicen que "este año soy de mi equipo y del Sanlúcar"), gracias a todos.
Próxima parada, Cantillana, viernes 20 sept. 20'00 h., nueva reválida competitiva y de reivindicación de qué queremos.
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