Más de una vez ha sido tema elegido de este blog, algo que me pasiona, como cualquiera de los que pudiéramos tratar alrededor del fútbol y del que, seguro, mucho queda aún por progresar y estudiar.
Para muchos, pre-temporada suena a palizas físicas, a dobles sesiones, a caras desencajadas del esfuerzo......El fútbol ha cambiado, para mejor, por supuesto. Desde los años 70 se instauró una corriente en la que acercaba la preparación del futbolista semejante a la un atleta. Los preparadores físicos eran Dioses y figuras sobredimensionadas en los equipos de fútbol. Aquellos entrenadores y preparadores físicos que más "caña" daban eran los más respetados y vanagloriados (todos los hemos sufrido).
La mentalidad del preparador físico ha cambiado. Hoy día, ya muchos han estudiado todos los niveles del fútbol y tienen la misma titulación que cualquier entrenador. Siendo así, en mi opinión, han abandonado la idea de la preparación física enfocada al atleta por aquella que va enfocada al fútbolista. Todo se ejecuta y se diseña con vistas a la preparación integral y en condiciones de asemejarlas a lo que ocurra durante las acciones reales del juego.
El fútbol y el futbolista agradece todo ello y aunque todavía quedan por ahí algunos resquicios de esos pensamientos ya anquilosados, las pre-temporadas hoy día son una prueba apasionante para el entrenador o equipo técnico que la diseñe.
En mi caso, pertenezco a un equipo humilde de posibilidades, lo cuál me sirve para estrujarme aún más la mente, cosa que me lleva al aprendizaje continuo. Mi equipo técnico está formado por un magnífico entrenador de porteros y gran conocedor del fútbol a todos sus niveles (Josema Acejo), un entrenador en prácticas (Antonio) y un servidor.
En nuestra pre-temporada habrá de todo. Entendemos que este periodo no solo no debe estar enfocado al apartado físico sino que cada una de las parcelas futbolísticas deben quedar completamente afianzadas en su porcentaje adecuado. Deben ponerse de manifiesto en su justa medida las parcelas física, técnica, táctica, psicológica, motivacional, claridad de ideas de juego, capacidad de respuesta ante adversidades y así hasta no sé cuantos apartados más, todos y cada uno de ellos a cuál más importante, y no sólo el físico.
Teniendo en cuenta que este periodo se desarrolla durante la época estival es acertado utilizar algunos medios como las posibilidades que nos pueda dar la playa, la arena y la piscina, por supuesto sin dejar de lado todo lo que pueda llegar a acontecer sobre el verde del campo de fútbol.
Se trata de llevar al futbolista a lo que serán nuevamente 10 meses de competición donde su parcela de trabajo se circunscribe en 3 o 4 entrenamientos semanales mas el día de la competición. como es sabido, durante el periodo transitorio, el futbolista está inactivo o tiene una mínima actividad por lo que la pre-temporada debe servir para ello, como preparación a lo que vivirá durante el periodo competitivo.
Por supuesto, se trata de una reflexión personal. Cada cual puede tratar estos temas del modo más acertado para su equipo o lo que su entender crea oportuno.
En mi caso, mi intención irá siempre encaminada a crear las mejores condiciones posibles para que el futbolista se sienta cómodo en el esfuerzo y en la exigencia de la obtención del rendimiento y cómo no, por mi parte, cada día será una afrenta en la que no me vale qué clase de entrenador soy hoy. Mi inconformismo me lleva a querer mucho más de mí para mañana y al fin al cabo eso lo capta el jugador haciendo suyo este convencimiento también.
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