Era en Maracaná, oportunidad única e histórica de derrotar a Brasil y coronarnos como la mejor Selección que jamá nunca hubiera cerrado un círculo de 2 Eurocopas, Mundial y Copa Confederaciones pero no nos queda sino felicitar a Brasil por la gran final que realizó y que con todo merecimiento nos ganó.
Verdaderamente ha sido duro un resultado de 3-0 y la sensación de no tener armas suficientes para remontarles. No fue nuestra mejor versión.
Todos nos hemos hecho ilusiones cuando vimos aquel partido contra Uruguay donde España bordaba el fútbol pero es deporte, hemos caído en la final y hay que mirar adelante, a lo próximo, al Mundial allí también.
Ya contra Italia dimos algunos signos que todos queríamos creer que no se repetirían pero volvieron a ocurrir. Nuestra linea defensiva quedaba en multitud de ocasiones desguarnecida por la falta de ayudas de nuestros centrocampistas. Nos costaba un mundo replegarnos y juntarnos para defendernos.
Scolari nos había estudiado bien de tal forma que marcó agresividad para robar. L. Gustavo y Paulinho arrasaban cuando presionaban; la linea defensiva brasileña no era menos, David Luiz y Dani Alves salían de su posición para arrebatar la posesión española y para, claramente hacer faltas (Alves no paró de dar continuas patadas por detrás a Iniesta). El cometido era claro, no dejarnos respirar, robar y envíos en cambios de orientación a Neymar (emparejado con Arbeloa) y a Hulk (emparejado con Alba). 1-Nadie se anteponía a estos envíos desde el centro del campo y 2-el balón llegaba en ventaja para estos dos delanteros brasileños; Arbeloa le dejaba demasiado espacio a Neymar y la pelea cuerpo a cuerpo Alba-Hulk las ganó todas el brasileño. Resultado: por ahí se hundía nuestro barco y los balones llegaban casi todos con peligro a nuestra área.
Brasil llegó al partido con muchísima intensidad y mucha más intención en todo lo que hacía. Nosotros creímos demasiado en nuestro juego y en esta confianza se nos fue, a mi modo de ver, una preparación más exhasutiva de todo lo que podía acontecer en esta final.
Brasil fue ayer una apisonadora para nosotros y hay que reconocer que nos ganaron claramente. Aún así nos queda bastante crédito como para acometer grandes citas y seguro resurgiremos (Sr. Scolari, su trayectoria es de alabar y su planteamiento de ayer de gran mérito pero tengo que decirle que es Vd. un gran desconocedor de nuestra cantera como para decir alegremente que nuestro juego tiene caducidad de 2 años, ya veremos). Hay que felicitarles y como buenos deportistas supimos perder. Ahora bien, tranquila y sosegadamente, hay que analizar algunas de nuestras cositas para que volvamos a estar, ojalá, dentro de un año en ese mismo escenario en la final del Mundial como:
1- Actualmente nuestro nivel de definidores, delanteros o atacantes no es tan solvente ni de tanta calidad como debe presuponérsenos.
2- Debemos revisar nuestro sistema defensivo, ésto es, nuestra concepción del juego cuando no somos poseedores del balón.
3- No me gusta que los jugadores se salten normas que deben estar instauradas como los lanzadores (Sergio Ramos no debe tirar un penalti si está Xavi, Iniesta y alguno más en el campo; diría lo mismo si hubiera sido un penalti decisivo y nos hubiera dado la Copa).
Con todo, no hay que ser tremendistas y renovemos ilusiones (a veces hay que perder para prepararse nuevamente para ganar) para el futuro que es inmediato muy importante además.
Adelante Equipo
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