Había mucho que agradecer. Por ello nos acercamos toda la familia hasta Almonte a eso de las 00,00 h. de este sábado. Jamás podía imaginar el gentío que nos íbamos a encontrar en lo que sería la última Guardia(cada sábado final de mes de los 9 que permanecido la Virgen en Almonte, la Iglesia quedaba con sus puertas abiertas toda la noche para que los fieles que así lo desearan la acompañaran; en esta ocasión era la última guardia hasta su partida de nuevo a la aldea). Era absolutamente imposible entrar en la Iglesia aunque poco a poco pudimos alcanzar un sitio cercano a la Blanca Paloma. Los cientos y cientos allí presentes rezaban, lloraban, se encomendaban...todos mostrando un fervor verdadero y sin palabras para describirlo, había que estar allí para comprobarlo.
Cuando DE CARAMELO se fue haciendo sitio entre el gentío hasta llegar a sus plantas, tardando para ello mas de media hora, fue increible ver cómo una iglesia entera enmudeció. Una emoción incontenible y un sueño sólo posible cumplirlo cada 7 años.
Se notó que estos chicos no cantaron con sus gargantas sino con lo más profundo de sus adentros unas sevillanas que fueron creadas especialmente para ese momento único que se repite sólo cada 7 años. "Camina como Pastora" es una sevillana cuya letra tiene como autor a mi padre con todo su cariño y el genial compositor Martín Salas le ha puesto las notas musicales. Todo fue muy emotivo y estar allí todo un privilegio.
También interpretaron "Ayúdame", todo un alegato a una petición muy profunda.
Tampoco podía faltar que las gargantas de Toñi y Juan rezaran a su manera a su Virgen del Rocío. Estos chicos, rocieros desde la cuna, vivieron momentos también muy especiales.
Que los momentos del Rocío son milagros de la fe, eso no hay quien deba tener una sóla duda porque es verdad y nosotros tuvimos la dicha de poder estar allí para ser testigos de esta verdad.
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