sábado, 16 de febrero de 2013

DOLIDOS Y RABIOSOS PERO.......ÉSTO ES FÚTBOL

Imagen de uno de los "ronditos colombianos" que solemos realizar en nuestros entrenamientos

Un día después de haberse disputado el partido Puebla 2- C.D. Diez.Sanlúcar 1, aún tengo "siete gatos arañándome el estómago", rabioso por lo ocurrido en este partido y sobre todo dolido, muy dolido por las sensaciones finales que quedó en mis jugadores al término del mismo. 
Sabíamos del potencial del Puebla en su campo de césped natural. Habían ganado 7 de sus 10 partidos disputados en el estadio ribereño con buenos registros goleadores. Con esas premisas planteamos el partido durante las sesiones semanales. La consigna era muy clara, debíamos sorprenderles a partir de una gran personalidad y la imposición de nuestro juego. La 1ª parte ha sido casi perfecta para nosotros; ganábamos 0-1 y el nivel de control de todas las variables del juego resultaban ser muy claras.
Les hemos sometido con nuestro juego y una gran actitud competitiva pero sabíamos que para la 2ª parte deberíamos ser inteligentes en esta tarea competitiva ya que teníamos jugadores mermados por molestias físicas.
En esta 2ª parte, Puebla nos ha jugado con todo su poderío físico e intimidatorio. Nos bombardearon nuestras bandas, las cuáles solicitaban continuamente la ayuda de nuestros centrales para "apagar los fuegos". Nuestro centro del campo perdió el dominio y el fuelle y lo más preciado de este deporte, el balón. 
Hemos sufrido mucho pero, incluso así, hemos podido finiquitar el partido con varios zarpazos en ataque pero nos ha faltado el temple suficiente para machacar el partido. Nos han marcado, para levantar el marcador, en el m.80 y en el 90 para cruelmente hundirnos.
Hemos perdido, eso sí, pero nos hemos batido el cobre y hemos sido lo suficientemente competitivos para que todos los equipos nos tengan en cuenta y presentar nuestras credenciales para poder ganar ante cualquier rival, en cualquier campo así como personalidad suficiente  para, ante cualquier circunstancia, competir para ganar. 
Nada más decretarse el final del partido, me faltó tiempo para ir a buscar uno por uno a mis jugadores para felicitarles por el el gran esfuerzo y el magno despliegue de energía desarrollado así como animarles en un momento duro para ellos por no haber encontrado recompensa en forma de puntos en lo que ha sido una dura y noble batalla futbolística.
Ánimo equipo, esta rabia nos darán alas en el siguiente.

Un momento de nuestros entrenamientos

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