UN PARTIDO PARA GLADIADORES

El fútbol es el deporte más bello de cuantos existan que, además de un sinfín de razones por las que me hace feliz, algunas de ellas llegan a emocionarme. A todos nos gusta el fútbol bonito, con una triangulación infinita del balón hasta conseguir gol, el "fútbol de salón" y ejecutado desde la excelsa pulcritud del estilismo. Pero fútbol también es jugar en campos de tierra (aunque queden ya pocos), barro y condiciones casi extremas y ahí también se forman y curten futbolistas.

Así es como se ha desarrollado el partido que mi equipo de juveniles del C.D. Diez-Sanlúcar ha disputado en el campo de fútbol del Bellavista. Ha sido una gran "batalla" sobre el resbaladizo barro donde 22 gladiadores se han batido con nobleza y deportividad, y donde dentro de la "fealdad" de las condiciones (contínuos resabalones, la cara manchada, las botas pesadas por el fango, el pesado bote del balón y la lucha de choque continuo y fratricida) ha sido un derroche de solidaridad, trabajo en equipo e ímpetu que sólamente quiénes estamos cerca de los futbolistas podemos apreciar el valor que tienen.

Salimos enchufadísimos, más que nada por las cuentas pendientes que tenemos con nosotros mismos por los últimos resultados. Marcamos en el 1' y dos errores en el repliegue defensivo no acompañados por el necesario pressing al poseedor del balón rival, hicieron que Bellavista concluyera en gol ambas contras. Nuestro equipo siguió inmune según el plan previsto con pocos y certeros toques así como continuos cambios de orientación para buscar los espacios a las espaldas de los rivales para propiciar así los ataques rápidos aprovechando las cualidades de nuestros atacantes. Ya en la 2ª parte conseguimos empatar y las fuerzas, bien es cierto, que ya no nos daba para más. Todo el equipo terminó "fundido" pero satisfechos, abrazándose y felicitándose por el gran despliegue, solidaridad y trabajo grupal. Sólo un punto conseguimos pero logramos afianzar eso de "morir por el que tengo a mi lado". Enhorabuena equipo.