sábado, 3 de marzo de 2012

LA EXIGENCIA DE LA COMPETICIÓN

El fútbol actual te exige ser competitivos todos los minutos que conforman un partido. Cualquier falta de atención o concentración momentánea o incluso un sólo momento de debilidad emocional te condiciona negativamente para tirar por tierra, no sólo el resultado de un partido, sino la preparación y entrenamiento de sesiones y sesiones. Por supuesto, de este análisis no está exento ninguno de los miembros del equipo, y no sólo me refiero a los futbolistas que están sobre el campo, también al mismo entrenador y jugadores del banquillo. Todos han de vivir al máximo nivel y con una exigencia elevada a la enésima potencia si se le quiere sacar el rendimiento buscado durante las sesiones de preparación. La mentalidad competitiva perseguida ha de estar indemne desde que llegamos al campo de fútbol hasta que el árbitro decreta el final. Se trata de todo un ritual que sólo los elegidos para este deporte son capaces de encontrar una continuidad todo este tiempo competitivo. Es mi afán, como entrenador de mi equipo juvenil en esta temporada, así como de otro equipo del que pueda ser el máximo responsable, controlar todas las variables posibles que este juego del fútbol pueda llegar a manifestar, además, para mi supone un reto diario y un disfrute difícil explicar tales sensaciones. Cuanto más cerca me encuentre del control de todo lo que rodea un partido competitivo más ayuda podré prestar a mis jugadores para transmitirles todo esto que expongo.
Precisamente por no llevar esta exigencia a la totalidad de los minutos del partido de ayer, mi equipo juvenil del C.D. Diez.Sanlúcar sólo empató ante un rival que estaba por delante de nosotros en la clasificación con la dificultad añadida que el entrenador rival, Juan Antonio "Cachola" además de ser amigo, es un gran entrenador. Su equipo, el Pilas, nos puso en muchos aprietos durante toda una segunda parte en la que no fuimos capaces de mantener el buen tono, tanto ofensivo como defensivo, de los primeros 45 minutos. El resultado final fue de 2-2 que a ninguno favorece. Nos queda la asignatura pendiente, pues, de mejorar la exigencia competitiva durante 90 minutos ya que nos es insuficiente, tanto a nivel de resultado como desde el punto de vista de la exigencia que pide la competición, la contribución que ponemos en juego. Siendo así, habremos dado grandes pasos para ser cada día mejores.

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