
Hablar de este futbolista, ligado siempre a su club, el Liverpool, es hablar de parte de su escudo. Y es que tal cual está la sociedad hoy día, y por ende el fútbol, no es fácil encontrarse uno por ahí a futbolistas de este calibre. Steven Gerrard se ha viculado a los reds de por vida, ha firmado un contrato que le liga al Liverpool por toda su vida deportiva. Esta claro que estamos hablando de uno de los grandes futbolistas que haya tenido la Gran Bretaña así como también queda claro que su trayectoria está siendo intachable e impoluta; debutó de rojo a los 18 años y, a día de hoy, 566 partidos lo encumbran como un ídolo para los suyos. Se ha ganado el respeto de aficionados, dirigentes y la propia entidad. Son de estos jugadores cuya identidad es la del propio club y viceversa. Por suerte para los clubes ingleses y su cultura anglosajona suele repetirse, lo corroboran los ejemplos de Keni Dalglish (lo fue también de red), actualmente, Franki Lampard en el Chelsea o Ryan Giggs en el Manchester. En cambio, aquí en España se es menos paciente, olvidadizos e irrespetuosos con la trayectoria de nuestros jugadores. Ese término medio que se alcanza a través de la sensatez y la madurez de pensamiento pocas veces impera en nuestro fútbol y, a poco que el jugador que se ha criado, crecido, madurado y triunfado, dándolo todo por nuestro club, deja de estar una temporada a su mejor nivel, rápidamente se echa a patadas y si te ví no me acuerdo. Esa es la triste realidad. Enhorabuena a Gerrard así como al Liverpool por ser fiel a una identidad y una cultura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario