SIN RESPIRO

Nos encontramos en una época de la temporada que se definen, no sólo las aspiraciones de los equipos a la clasificación final, sino lo que pretendemos que sea nuestro equipo, el ADN que ha de llevar o el alma de la que esté dotado y pretendamos darle forma. Si este objetivo, perseguido en las tareas diseñadas así como en cada segundo invertido en todas y cada una de las sesiones de entrenamiento, vas viendo que poco a poco se va alcanzando cuando cada domingo nos conjuramos para llevarlo a cabo en la competición, el grado de satisfacción no puede ser más que alentador. Sí señor, partidazo el que hicimos ayer ante un grandísimo equipo de fútbol (de lo mejorcito que he visto en edad juvenil, y he visto unos cuantos) como es La Liara. Ellos muy bien plantados en el campo, nosotros tanto como ellos; ellos nos hacían una presión asfixiante, nosotros no éramos menos; ellos con hambre de victoria, nosotros más; ellos jugando sus bazas, nosotros proponiendo un fútbol vertiginoso en todas las zonas del campo. No hubo respiro; si hubieran contado el tiempo de juego efectivo, seguro se hubiera acercado muchísimo a la totalidad de los 90 minutos. Gran partido para el espectador que acudió al campo sorteando la lluvia que cayó durante esta disputa. 1-1 fue el resultado final, aunque mis sensaciones fueron como si hubiéramos ganado de goleada. Hicimos muchísimas cosas muy bien, las que hicimos mal están en fase de corrección. Marcamos el 1-0 al transformar un córner, lanzado magistralmente, a partir de una jugada de estrategia. Gran remate de nuestro capitán, Palmar, para subir nuestro primer gol al marcador. El empate a 1 rival llegó de un penalti señalado por el colegiado del que mejor paso de puntillas, al fin y al cabo es un aspecto más de un partido de fútbol y como tal hay que asumirlo y saber gestionarlo. Es más, quien no lo asuma, no es lo suficientemente profesional como para que su equipo no se vea influenciado por una decisión arbitral y sí en la motivación de revertir los efectos de este posible fallo del colegiado a través de una incidencia más obcecada en su propia propuesta futbolística. De ahí al final y más cuando ya las fuerzas fallaban llegaron ocasiones clarísimas por ambos equipos que pudieron decantar de uno u otro lado pero en suma vimos un gran partido de fútbol. Enhorabuena a todos los chavales que saltaron, y los que no, al campo de fútbol.