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Que existen similitudes entre multitud de deportes es una evidencia. Sus reglamentos, la forma de ser jugados, la imitación de muchos de los procedimientos y entrenamientos de unos y otros.....Recuerdo que en los años 70 y principios de los 80 hubo una corriente en la que rescataban del atletismo la preparación física para adaptarla a los equipos de fútbol, corriente que se abandonó por una integración de todos los componentes que engloban el juego del fútbol, no sólo la preparación física. En mi opinión, además de, como digo, muchos factores que componen este complejo juego, es
la inteligencia uno de sus elementos diferenciadores. Cada vez más entrenadores y jugadores suelen recurrir a este don para gestionar sus actitudes y su proceder sobre el campo. Creo que así es, el fútbol se puede considerar una partida de ajedrez. Una serie de piezas (jugadores), cada una de ellas con unos atributos determinados y unas órdenes encomendadas por su entrenador que es quien debe planear, distribuir y mover las piezas sobre el tablero (terreno de juego) a través de una adecuada ocupación de estos espacios, con el objetivo último de sorprender, distraer y engañar al rival para alzarse con la victoria. En este apasionante idilio entre el balón y la inteligencia nos movemos y más estos días en los que nos volvemos a encontrar con otro R. Madrid- Barcelona. Los periodistas apelarán, porque es su trabajo, a las estadísticas de anteriores enfrentamientos o a medir con precisión milimétrica lo que dicen unos y otros para alimentar alguna polémica y vender algún periódico más. Pero donde se libra una gran batalla será primeramente en la mesa de operaciones diseñando todo cuanto puede ocurrir en el campo, planes A, B, C......y posteriormente a la hora de mover a los jugadores sobre el campo. Guardiola tiene la gran ventaja de la memorización de una forma de jugar como esencia de equipo y Mourinho medita en el gran dilema de cómo arrebatar el balón a su rival. Me sorprendió que el Madrid en el anterior enfrentamiento no cerrara bien los carriles por donde se movían los laterales azulgranas, sobre todo Alves y me sorprendió también que Mourinho no poblara el centro de campo madridista. En mi opinión, más que definir unas líneas de defensa, me gustaría ver en el Madrid un posicionamiento defensivo escalonado para evitar los "rondos continuos" que buscan los jugadores del Barcelona. Igualmente, el caballo de batalla madridista en los últimos enfrentamientos no está tanto en cómo defenderse ante la "dictadura de la posesión" azulgrana sino en el criterio a la hora de gestionar la elaboración del juego madridista. Sería fácil, hablar a posteriori, yo me mojo un poco y digo que Guardiola retrasará un poco a Messi e intercambiará posiciones de sus centrocampistas de banda para crear desconcierto. El Madrid creo que intercambiará pressings adelantados con repliegues intensivos y creo que poblará el centro del campo con 2 futbolistas de contención más Xabi Alonso y jugará con 3 delanteros (Cristiano, Benzemá e Higuaín). Veremos; será un partido que volverá a tener mil lecturas.
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