domingo, 11 de diciembre de 2011

LA PAUSA DOMÓ A LA PRECIPITACIÓN HACIÉNDOLA INVOLUCIONAR

Minuto 5 del partido R. Madrid-Barcelona, resultado 1-0 y ya comenzaba a vislumbrarse que ese no iba a ser el resultado final, "este mismo partido ya lo ví también el año pasado". No me podía creer que el Madrid, en su estadio, tirara por tierra una magnífica evolución como conjunto compacto, durante todo un comienzo de temporada esperanzador, arrastrados por una involución cual si se sumiera en un agujero negro.
Bastó un pequeño movimiento táctico de Guradiola adelantando 30 metros la posición de Dani Alves (al contrario que en citas anteriores donde quedaba fijado por las embestidas de Cristiano) para hacer temblar el sistema defensivo madridista. ¿Por qué se echó atrás el Madrid 20 metros, aún a sabiendas que le condena?, no lo entenderé; ¿por qué no replegaba rápido Özil para juntarse con Xabi Alonso y Lass y así defender más arropados (vaya agujero quedaba ahí)?, tampoco lo entenderé o ¿por qué Xabi Alonso sólo apareció en su faceta defensiva?....porque en la ofensiva apenas ni le vimos, mucho menos lo entiendo.......por no mencionar la mala lectura realizada por ambos laterales, Marcelo y Coentrao, equivocaron sus facetas defensivas ubicándose mal, así como su contribución en ataque haciendo del mismo un canto al "quitarme de enmedio". Todo ello propició que el Barcelona encontrara más espacios que de costumbre en el centro del campo y ya sabemos lo que ocurre si estos "enanos" barcelonistas tienen espacio y tiempo.....El Madrid volvió, pues, a cometer los mismos errores que el año pasado como: -malísima gestión de la elaboración del juego, sobre todo después de robo de balón, dejando, una vez más equivocadamente, la sóla opción de dejarle a Pepe este mando realizando pases largos, casi siempre sin encontrar destino. -exceso de precipitación en todas sus acciones, propiciando que los ataques fueran carentes de efectivos para asociarse y los momentos defensivos fueran gestionados desde la desesperación y no desde el correcto posicionamiento.
Todo ello, unido al inusual desacierto rematador condenaron a que, una vez más, volviera a reinar y a encumbrar el fútbol bien plantado, arraigado, filosofeado, creado y....pausado que está llevando a los azulgrana a marcar una época en nuestro planeta futbolístico.

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