Como cualquier aficionado al fútbol, cada semana puedo contar por decenas la cantidad de partidos que puedo ver y en cada uno de ellos suelo sacar lecturas que me reportan aprendizaje o algo nuevo que anotar para mejorarme como alguien que siente continua inquietud en el aprendizaje para el conocimiento de este deporte. Hay algo que no me pasa por alto y de lo cuál me afano en preparar con mis equipos y no es otra cosa que algo tan abstracto y poco medible que la movilidad de todos mis jugadores.
Puede tratarse o tenerse la sensación de que este concepto roza puramente lo ofensivo pero nunca más lejos de la realidad, la movilidad hay que entrenarla como algo casi cognitivo e inherente a todas las acciones que tengan cabida en el juego, ofensivas y defensivas. Es fundamentalísimo acompañar un continuo movimiento sobre el campo a los tres momentos en los que se circunscribe el fútbol (ataque, defensa y transiciones). El futbolista debe estar en todo momento activo y presto para cada acontecer en el juego. En ocasiones es fácil apreciar que tu equipo no tiene esta necesaria movilidad en ataque que permita crear espacios, hacer circular el balón más rápidamente para dificultar la tarea defensiva rival....y sólo una arenga desde el banquillo puede paliar temporalmente esta necesidad. Pero en la continua preparación para la siguiente jugada que requiere el fútbol, se antoja absolutamente fundamental que, desde el portero hasta el último delantero, deban tener la concentración y la automatización permanente de estar en movimiento. El hecho de carecer de esta movilidad en zonas del campo concretas y en momentos determinados dan a lugar a que el equipo esté expuesto a continuos desajustes que deben ser subsanados a partir de un mayor desgaste físico y mental.
Un correcto entrenamiento en este aspecto dará lugar a que todo los movimientos estén bajo control el día de la competición. Siempre hablo a mis futbolistas que en el fútbol no existen los tiempos muertos. Cada vez que sale el balón del campo, ya sea para reanudar con saque de banda, saque de portería o córner, es el momento por parte de los futbolistas para realizar pequeños ajustes tácticos en cuanto al posicionamiento o correctivos en cuanto a la preparación la siguiente jugada. Con todo, en el fútbol sólo cabe "pararse" cuando el árbitro decreta el final de la 1ª parte o el final del partido, en todos los minutos que dure el encuentro debe imperar una movilidad continua, bien entendida, acertada y automatizada en los entrenos.
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