miércoles, 21 de diciembre de 2011

CUIDEMOS NUESTRAS RODILLAS

Las rodillas son una de las partes del cuerpo que más nos preocupan a todos los que hacemos deporte, y es que muchas veces sin darnos cuenta las sometemos a demasiada presión y a ejercicios en los que no salen muy bien paradas. Para evitar esto es muy importante que tengamos en cuenta una serie de puntos para evitar su deterioro. Antes de nada es necesario saber que para prevenir muchas lesiones de rodilla y futuros problemas lo recomendado es fortalecer los músculos que las rodean para que sean ellos los que aguanten gran parte de la tensión y no las rodillas en sí. Los cuádriceps, los gemelos y los isquiotibiales deben estar fuertes siempre. Para conseguirlo realizaremos ejercicios con peso en los que cuidaremos de que las rodillas no se dañen. Nunca descargaremos la tensión de un ejercicio en las rodillas. Para ello simplemente nos servirá con algunos trucos como no estirar nunca del todo las piernas, ya que si las mantenemos estiradas tenderemos a descargar toda la tensión en la articulación. Al mantenerlas ligeramente flexionadas conseguiremos que sean los músculos los que aguanten la tensión casi en su totalidad. Es esencial no golpear las piernas innecesariamente si queremos evitar que nuestras rodillas sufran. Esto suele suceder más en los deportes que implican desplazamiento y carrera. Para evitar que esto suceda es necesario realizar el ejercicio en el firme adecuado, que debe ser estable y blando a la vez para evitar que las rodillas sufran. A esto hay que sumar el equipamiento adecuado que constará de unas zapatillas preparas para absorber casi la totalidad del impacto. Y un último apunte, nunca las rodillas deben superar la punta de los pies cuando elevemos una carga de abajo arriba. Para ello lo que haremos será adelantar la espalda ligeramente y concentrar todo el empuje en cuádriceps y glúteos, que serán las partes que nos darán impulso para elevar la carga. Nuestras rodillas nos lo agradecerán.

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