domingo, 27 de noviembre de 2011

PARA ESTAR CONTENTOS

Cuando un entrenador aterriza en un equipo de fútbol habiendo comenzado la temporada tiene un gran trabajo por delante que, a poco que sea medianamente listo, cuando menos, ha de ser muy observador y analista de la situación para después intentar introducir sus propios conceptos futbolísticos y de funcionamiento de un equipo, lógicamente con la idea última de obtener del mismo el máximo rendimiento. Pocas son las semanas que tengo la suerte de disfrutar ser el máximo responsable del juvenil A del C.D. Diez-Sanlúcar y, aunque me queda una infinita dedicación por delante, no puedo estar más que contento con la respuesta de todos los futbolistas del equipo. Es muy gratificante saber que tu mensaje llega al grupo y que, a sabiendas que todo cambio lleva intrínseco una moderada brusquedad (entrenamientos, diferentes formas de planteamiento....), la predisposición del equipo se antoja imprescindible para que la adaptación sea lo más rápida posible. Cuenta muchísimo el gran trabajo desarrollado durante años por mi gran amigo Juanma Suárez quien ha comandado sabiamente gran parte de la formación de estos chicos y de Héctor, gran preparador físico que tengo la suerte de trabajar junto a él y que realiza una gran labor; además de llevar a cabo a la perfección su parcela, es mi 2º entrenador, delegado y asesor.

El partido C.D. Diez.Sanlúcar - Puebla, resulta un claro ejemplo de lo quería argumentar.
Situación algo comprometida en la clasificación nos encontrábamos para encarar un partido ante el 2º clasificado y todo un derroche de virtudes a tenor de los datos estadísticos del Puebla. Pero esos son los partidos que hacen grande a un equipo y a un entrenador que siempre presuma de estar alerta al aprendizaje, o mejor dicho, a plantearse en cada partido "desaprender todo lo aprendido" con el único objetivo de crecer en la profesión. El equipo ha sido más íntegro, más regular, más continuo, con una idea clara de cuanto debíamos hacer en cada momento y en definitiva, más competitivo. 1-1 fue el resultado final. En un partido surgen aspectos controlables (propias del juego y de los jugadores) e incontrolables (decisiones arbitrales) habiendo de estar prestos a que se puedan dar y no sirviendo nunca de excusa ante el resultado final del partido. El árbitro se equivocó gravemente en nuestra contra en este partido pero el equipo, porque es un tema que les trasmito y que quedó claro desde el primer día que me hice cargo de ellos, "el árbitro y sus decisiones son un componente más del juego", les digo y eso va a misa. El colegiado tuvo la valentía y la humildad de acercarse a mi y a Héctor para disculparse por su error de no señalar un claro penalti a nuestro favor a lo que le contesté que le honraba su proceder y no se preocupara, así como le animamos a que hiciera una buena segunda parte. Lejos de tener, a partir de ese momento, una buena actuación, señaló en nuestra contra un penalti dudosisisísimo que supuso el 0-1 rival. El equipo volvió a mostrar entereza y convicción en todo lo que hacíamos. Llegó rápidamente el 1-1 y aunque lo intentamos hasta el final, no pudimos ni supimos ganarle a un gran equipo. La velocidad de crucero está marcada y aún reconociendo que no andamos muy boyantes en cuanto a la clasificación, todos estamos dispuestos para luchar día a día por seguir creciendo.

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