viernes, 25 de noviembre de 2011

BENDITO DESEQUILIBRIO

El partido Milan-Barcelona ha dejado un sinfín de huellas y lecturas para todos los amantes del fútbol, también ha roto mucho mito en cuanto a la ortodoxia e inmovilismo respecto a la forma de ver el fútbol. Desde el punto de vista de entrenador, que es la materia que me corresponde, mi apreciación fue ver una calamidad de partido en cuanto a errores defensivos se refiere. El Barcelona con 3 defensas, no daba abastos para achicar espacios así como evacuar todo lo que le llegaba. Pocas fueron las ocasiones que estos defensores recibían ayuda en forma de coberturas o relevos por parte de sus compañeros centrocampistas. El Milan, idem de idem; muy blanditos en la marca, tardíos en el repliegue defensivo, perezosos y desorganizados a la hora de tapar espacios en zonas cercanas a su área. Todo ello propició un partido que a los pocos minutos de su comienzo, todo el mundo con un poco de visión furtbolística, se vislumbrara a vaticinar que veríamos 5 o 6 goles.
Se impuso el fútbol de ataque, el desequilibrio, el impulso, el desenfreno y la improvisación.......vocablos todos ellos acérrimos y fieles enemigos del trabajo del entrenador, así como también se dieron cita aspectos que nos llevan horas y horas de entrenamiento, preparación y perfeccionamiento. Bendito desequilibrio pues el que propició que en un partido de fútbol se impusiera el juego de ataque cual 22 niños en el patio de un colegio, sin tener en cuenta que disputaban la competición más importante del mundo.

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