La patata debe ser un alimento habitual en nuestra dieta, al igual que la pasta y las verduras, base de una dieta saludable para todo deportista. Es uno de los alimentos peor tratados por todos nosotros debido a que siempre está asociada, su consumo, con el aumento de peso. Pero este producto si sabemos consumirlo adecuadamente, puede suponer un alimento más que interesante, que nos aporta importantes beneficios para nuestro organismo. La patata es rica en hidratos de carbono complejos, ya que el almidón es su principal componente, pero también contiene proteínas, que aunque no son muchas son de alto valor biológico. En cuanto a la grasa casi se puede decir que es nula, aunque depende de cómo la cocinemos. Y no olvidemos su contenido en fibra, un alimento básico para completar las necesidades de fibra diaria.Si la consumimos frita, pierde gran parte de todos sus nutrientes (el calor hace que se deshidrate y le agrega muchas calorías y grasa), pero si la consumimos cocida o al vapor, podemos aprovechar su gran contenido en potasio, magnesio, fósforo, vitaminas del complejo B y vitamina C.
Todas estas propiedades que encierra una simple patata son los responsables de su poder para reducir la presión arterial en el organismo sin aportar notables calorías.
Debemos consumir patatas unas tres-cinco veces a la semana en nuestra dieta, ya que está en los escalones inferiores de la pirámide alimenticia, lo que indica que es un alimento básico. Sobre todo en el caso de los deportistas, ya que es una buena fuente de hidratos de carbono para recuperar energía y además aporta las vitaminas y minerales básicos necesarios para los procesos de recuperación.
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