viernes, 1 de julio de 2011

FUGA DE TALENTOS

Antonio Luque Quintero (18 años), natural de Pilas, lateral del Sevilla en su categoría juvenil; se encuentra a un paso de recalar en el Inter de Milán.


El caso más identificativo y flagrante es Cesc Fábregas; con 15 años su talento partió para Londres y hoy día quieren recuperarlo por 40 millones €


Álvaro Vadillo (17 años), delantero del Betis ha sido frenado en última instancia por su club ofreciéndole un buen contrato cuando ya hacía las maletas para recalar en la Fiorentina.


El caso que vivo más de cerca es el de este chico que ven en la foto. Se trata de Antonio Jesús Cotán Pérez (17 años). Centrocampista de Olivares que milita en el Sevilla F.C. desde alevines. Tuve la suerte de entrenarlo en la Selección del Aljarafe. Ya a esa edad ofrecía algo especial, tenía mucho recorrido, era un líder en el mediocampo. Posteriormente le he seguido por los equipos que ha ido pasando en el Sevilla y lo he animado en varias ocasiones para que continuara luchando. Hoy día ya es una realidad de jugador, a su edad juvenil acaba de recibir una oferta para marchar al Liverpool que ha dado valor a su extraordinario talento.



Héctor Bellerín (17 años), lateral del Barcelona en su categoría juvenil; extaordinaria calidad la de este chico que no ha pasado inadvertida para el Arsenal que ya le ha contratado para los próximos 6 años, es otro caso más de lo que les expongo.




De una década a esta parte estamos viviendo un fenómeno bastante negativo para nuestra sociedad, la necesidad está haciendo que mucho del talento joven y no tan joven del que poseemos se esté esfumando a fuerza de salir a buscar oportunidades fuera de nuestras fronteras. Y aunque el caso es bastante doloroso y afecta, como digo, a la globalidad de todos los ámbitos de la sociedad española tales como investigación, intelectuales, técnicos.....me voy a ceñir sólo y exclusivamente a la parcela futbolística. No es raro pasarse por alguna Ciudad Deportiva de cualquier equipo español importante y no ver representantes y ojeadores de muchos países, principalmente ingleses, pero también de otras nacionalidades. El fútbol español vende, técnicos y chicos que despuntan en sus cualidades son seguidos y observados por estos ojeadores que nos llegan desde más allá de los Pirineos. Los siguen durante un año aproximadamente y cuando cumplen edad juvenil se lanzan a por ellos con ofertas irrechazables. Sobre casos, es de dominio público muchos de ellos como Cesc Fábregas, Barragán, Fran Mérida, Pacheco y otros muchos que me dejo en el tintero, así como los más recientes Héctor Bellerín, Vadillo, Antonio Luque o Antonio J. Cotán. Lo fácil por nuestra parte es decir "no podemos hacer nada ante las suculentas ofertas exteriores" pero estoy convencido que algo podremos hacer. No puede ocurrir que se marchen estos futbolistas y ocurra lo que a los productos españoles durante toda su historia. Aquí criamos una buena uva, otros se la llevan a precio de coste, la comercializan y la venden como suya y la volvemos a comprar al precio de mercado. Ya es hora de que demos valor a lo nuestro. Como digo, ahora todo lo español, futbolísticamente hablando,vende, todo el mundo se interesa de cómo trabajamos en España para tener esta magnífica hornada de futbolistas y esta concepción tan atractiva del fútbol y que tan buenos resultados nos da. Paremos ésto, reconozcamos el valor de nuestros jugadores, hagámosles buenos contratos y ofrezcámosles buenas condiciones si no queremos lamentarnos por sus marchas a otros equipos de fuera. ¿Por qué somos reacios a hacerle un contrato profesional a un chico de 17 años cuando los técnicos han determinado su valía y potencial?, quizás porque somos perezosos o estamos esperando que alguien de fuera le dé el valor que nosotros no le damos. Invito a la reflexión a los responsables de las canteras del fútbol español.

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