Más de 4 horas frente al televisor han valido la pena para emocionarme, una vez más, con una nueva hazaña de este deportista estratosférico. No sólo los niñ@s que ahora comienzan a hacer deporte ni los españoles, el mundo debe ser un clamor y reconocer lo que representa Rafa Nadal para el deporte. Nunca he visto tal fortaleza mental, en este aspecto es un superdotado. Increíble cómo se sobrepone a cualquier contratiempo, cualquier marcador, cualquier bajón. Es, sin duda, ya muchas veces lo he mencionado, el mejor deportista español de la historia pero va camino de serlo también de todo el mundo. A sus 25 años y 2 días ha alcanzado a un mito de este torneo como Bjon Borg. Suma así su 6º Roland Garrós, su triunfo en tierra batida número 32, su 46º triunfo de toda su carrera y su 10º Grands Slams. No tengo más palabras, ni más adjetivos apropiados para admirar la grandeza de este extraordinario deportista que hemos tenido la suerte de tener como contemporáneo. Su mentalidad deportiva y su espíritu deberían ser pieza de museo para cuando falte enseñarla a las generaciones venideras. Grandísimo Nadal.
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