Con largas sesiones de entrenamientos a nuestras espaldas, nuestros músculos y articulaciones sufren bastante, y es por esto que hoy os proponemos que debemos mimarlos un poco más. Normalmente los estiramientos y la alimentación suelen ser las formas de hacerlo, pero existe otra mucho más placentera y efectiva, los masajes deportivos. El masaje deportivo es aquel cuya máxima finalidad es mejorar el rendimiento y el estado físico de cualquier persona que realice deporte. Debe entenderse como parte del propio entrenamiento de la persona que realiza deporte a diario o con mucha frecuencia. Prepara los tejidos del deportista para la competición (masaje pre competición), como recuperarlos una vez que la actividad deportiva ha concluido (masaje pos competición) o para sanar tejidos dañados (masaje de rehabilitación). Un masaje deportivo se diferencia de uno terapéutico en que suele sermás profundo e intenso. Se trata de una combinación de técnicas de estiramientos, compresiones, fricciones, tonificaciones, así como técnicas avanzadas de presión y Shiatsu. El masajista deportivo debe mezclar todas las técnicas que domine, basándose siempre en un conocimiento estricto de la técnica que aplique y aportando al paciente todos los consejos pertinentes tanto para la realización de la sesión de masaje como para el tratamiento posterior. Lo ideal sería realizar masajes una vez por semana e incluso más, pero con una vez al mes es suficiente, siempre que no tengamos ninguna lesión seria. Los masajes nos ayudarán a relajar la musculatura en su totalidad, ya que se trabajan todas las partes de nuestro cuerpo.
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