Seguro que muchos de vosotros ya habéis acudido a las costas andaluzas para daros el primer chapuzón. En esta época del año, cuando los rayos del sol ya empiezan a calentar, debemos tener especial cuidado para regatear cualquier problema derivado de éste, es decir, tomar el sol con responsabilidad. Sobre todo en determinados casos en los que somos más susceptibles cuando nos exponemos ante nuestro brillante amigo Lorenzo. Para evitar posibles quemaduras, manchas en la piel y mayor riesgo de sufrir enfermedades asociadas a la exposición a los rayos UVA, os contamos cuáles son las situaciones en las que debemos tener mayor cuidado con el sol. En primer lugar, debemos ser especialmente precavidos cuando estemos en la montaña, ya que estamos a una altura superior al nivel del mar y la radiación que recibimos es más fuerte, por ello, la protección debe ser superior y nunca debemos tomar el sol sin ella. Y también en el agua, el reflejo del sol se proyecta en el agua y puede quemarnos con mayor facilidad que si estamos secos o lejos de zonas con agua. También hay que tener especial cuidado si padecemos acné, o tenemos alguna cicatriz o herpes. Las manchas que pueden quedar en la piel si tomamos el sol con cicatrices, herpes o acné, no desaparecen fácilmente; además, el acné puede agravarse tras la exposición al sol. Extremar las precauciones si estamos tomando algún antibiótico, ya que aumentan la sensibilidad de la piel al sol e incrementan la posibilidad de padecer manchas en la piel. Siempre hay que consultar acerca de la interacción del fármaco que tomamos con la exposición al sol. Haced casos de estas recomendaciones, para que tengáis una buena sesión de playa y sol en esta época del año. Siempre con protección y paciencia para que vuestra piel no sufra.
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