Os traslado más información, cifras, para que seáis realmente conscientes de la cantidad de energía que podemos llegar a consumir diariamente en nuestro hogar. En este caso nos parece muy significativo mencionar también las distintas etiquetas energéticas que hay y los electrodomésticos a los que son aplicables. Y es que de algo tenemos que ser plenamente conscientes: la mayor parte de la energía que hay en el planeta procede de fuentes energéticas agotables. Hablemos de cifras. El consumo de energía en el hogar se reparte entre: calefacción 19%, agua caliente 26%, electrodomésticos 12%, cocina 11%, iluminación 9% y aire acondicionado 23% aproximadamente. Referente a los electrodomésticos, cabe mencionar las etiquetas energéticas, por medio de las cuales podemos saber si el aparato en cuestión está hecho para consumir eficientemente la energía o no. Son obligatorias para electrodomésticos como frigoríficos, congeladores, lavadoras, secadoras, lavavajillas y lámparas de uso doméstico. Existen siete tipos etiquetas (A, B, C, D, E, F, G), identificadas cada una de ellas con un color. El consumo de los electrodomésticos con etiqueta A es el más eficiente y los que lucen una G son los que más consumen haciendo lo mismo. Las etiquetas sólo son comparables dentro de un mismo grupo de electrodomésticos: no debe interpretarse igual una A en un frigorífico que en una lavadora.
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