Pocas serán las ocasiones que me manifieste en este blog teniendo como tema central un asunto de política pero en esta ocasión vale la pena por mi parte realizar esta reflexión. Ahora que ha habido elecciones en Brasil y ha tenido relevo en la dirección presidencial de este magno pais sudamericano Lula Da silva, uno llega a las siguientes conclusiones; pocas veces nos podemos encontrar, al menos desde mi punto de vista, un político tan carismático como Lula y lo es por cumplir varias premisas de partida, ya que es un personaje que viene de muy abajo. Lula llegó a ser el presidente de Brasil desde las favelas, desde el inframundo, y con un discurso de ideas innovadoras y ejecutables llegó a hacer realidad algunos objetivos impensables para esas gentes. Lula es poseedor del carisma, de la empatía y de la llaneza de un discurso que caló hondo en los brasileños. Pocos han sido los políticos que he conocido con estas virtudes, quizá Felipe González se ha caracterizado por los mismos atributos. Felipe González ha sido para mí un político de referencia, un personaje de los que me quedo boquiabierto cuando habla, como también me ocurre con Carlos amigo Vallejo,....Son personajes carismáticos por excelencia, de los que su discurso cala muy adentro. Lula ha sabido irse por la puerta grande después de estar 8 años al pie del cañón y después de haber sacado de la pobreza a más de 20 millones de brasileños, máximo exponente de la izquierda sudamericana, junto con Bachelet en Chile (porque de los valores de izquierda que representan Hugo Chávez en Venezuela o Correa en Ecuador, por verguenza, mejor lo obviamos). Lo que prometió, lo cumplió (cosa inusual de los políticos de hoy en día), por eso es por lo que representa aún más valor su gestión. Ahora llega Roussef, pasará ella y llegarán otros, pero pocos son los políticos que se quedan en la memoria de la gente y Lula quedará.
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