HAY CÓDIGOS DE VESTUARIO QUE DEBEN SER INVULNERABLES

Estupefacto estoy asistiendo a todo lo que está saliendo en la prensa. Cuando un entrenador se conjura con su equipo (jugadores, técnicos y demás personal que trabaja en un equipo de fútbol) a principios de una temporada sabe que ha de convivir con ellos durante más de 9 de competición y compartir muchas horas de desplzamiento, entrenamiento y convivencia. Se dan muchos casos que esta convivencia va más allá, en tiempo, que la que se puede llegar a tener con la propia familia. No sólo es bueno, es magnífico, que a veces surjan controversias y tiras y afloja entre todos los componentes de un equipo de fútbol, todo ello da humanidad a todos sus elementos, bien sean los que mandan o mandados. El dialogo y los divergentes puntos de vista de todos pueden y deben ser planteados continuamente en un vestuario. Son válidas todas las opiniones y pareceres, nada es absoluto y nada irreductible; el funcionamiento ha de ser un debate continuo para mejora de todos. Llevo 12 temporadas entrenando así como varias también de jugador y he vivido mil situaciones y episodios de los que se pueda vivir en un vestuario. No sabe nadie lo que ahí se cuece que no haya convivido en esas 4 paredes. Es por ello que me parezca saludable una discusión o cambio de pareceres entre jugadores, o jugador y entrenador, lo que me parece realmente intolerable es que haya salido a la luz pública. Se trata de uno de los códigos intocables, innegociables e invulnerables. Quien saque un tema de éstos fuera del vestuario debe ser expulsado inmediatamente del mismo. Rompe así, primero con su palabra de hombre, da lugar a un daño irreparable, traiciona las raíces de la convivencia de un grupo y resquebraja una unión que puede dar lugar a que trascienda a lo deportivo.