EL MESSI ESPAÑOL Y EL MESSI ARGENTINO

Que Messi es, hoy por hoy, el mejor futbolista del mundo creo que nadie tiene duda. En una ardua batalla con Cristiano Ronaldo, el "argentino" ha salido ganador en los 2 últimos años ya que ha obtenido más títulos, ha sido objeto de más reconocimientos (por cierto, la concesión del Balón de Oro fue injusta ya que tenía haber ido a parar a Xavi o Iniesta) además de que hay que tener en cuenta que son dos jugadores que están muy por encima del nivel de cualquier otro en el mundo, Messi ha tirado de fantasía en mas ocasiones que Cristiano, por tanto, justa la catalogación del mejor jugador del mundo actualmente. Pero me da a mi la impresión de que en Argentina no piensan lo mismo. Sus continuas comparaciones con Maradona y la falta de apego (según los argentinos) a su tierra natal han hecho que se levante, una vez más la polvareda de la polémica entorno al crack. Dicho ésto, en mi opinión no es todo incongruente como parece, criticar al mejor jugador del mundo o andar continuamente exigiéndole cosas y me argumento: Argentina se clasificó para el Mundial de Suráfrica después de un repechaje y de aquella manera, con Messi discretito; el Mundial, ya lo vimos, Messi estuvo en una jaula y ni siquiera hizo un gol; y ahora en la Copa América, le he visto en los dos partidos y, teniendo en cuenta su nivel, ha estado mal por no decir desastroso. Pero los argentinos no miran ésto, miran cómo pelea Tévez y cómo para él la albiceleste está por encima de todo, mientras que Messi sólo participaba cuando merodeaba el balón entorno a él y para colmo no se ha aprendido aún el himno, craso error. Futbolísticamente, desde mi punto de vista, la "libertad" que le quiere dar Batista en el campo le tiene confundido y no se encuentra cómodo ante esta situación. En el Barcelona siempre encuentra el apoyo de la mejor interpretación del centrocampismo que hay en el mundo y ahí sí que encuentra los espacios suficientes para hacer mover su extraordinaria técnica en carrera. En Argentina no se le perdona no ser un argentino de verdad o al menos parecerlo y "no agarrar la pelota para ganar los partidos y los campeonatos" como hacía su Dios Maradona.