miércoles, 8 de noviembre de 2017

PIRLO, EL SIMPLICADOR DEL JUEGO

El balón ha perdido a uno de sus mejores amigos. Una amistad basada en el respeto, las caricias, la empatía y el mimo, sentimientos éstos propios de una relación profunda y verdadera que se precie.
Se va del fútbol el simplicador del juego. Su edad le ha ordenado que diga adiós. Una gran pérdida.
En cualquier ámbito de la vida, cuando una persona llega al final de su trayectoria, es loable que todo el mundo tiremos de estadísticas, datos, logros obtenidos... En su caso, grandes equipos a los que haya pertenecido, títulos, partidos jugados, finales disputadas...
Fueron 23 temporadas y 756 en los que recibimos sus clases todos los aficionados al fútbol.
Lippi decía de él que era "el líder silencioso", como lo fueron en su día sobre el verde (algunos que la memoria me da), jugadores de la talla y la clase de Quique Setién, Valerón, Zidane, Laudrup, Iniesta y muchísimos otros que no han hecho más que honrar al fútbol con su manera de entenderlo y el modo en el que domaban a la estrella de la corona de este juego.
Una hecatombe para la historia de este deporte que nunca le concedieran un Balón de Oro como tampoco ocurrió con Raúl, Xavi y camino de que Iniesta tampoco sea "merecedor". De ello ya he hablado en multitud de ocasiones. Este galardón me parece una farsa mientras no haya un jurado competente de eruditos en la materia y unos criterios los que evaluar.
El fútbol pierde un artista. Todo era simple en su cerebro y sus botas aunque siempre la mejor solución. Ese fútbol adonde llegan pensando ese tipo de jugadores y lo que al resto le resulta imposible. 
Como consuelo nos queda una hemeroteca repleta y una embajada perpetua del fútbol-arte, algo que jamás nadie podrá enterrar.

No hay comentarios: