Cierto es que tengo un poco abandonado este espacio en donde otrora me liberaba hablando de mis temas personales y del fútbol, de su estudio, de sus circunstancias particulares que hacían que me transportara para saber más y más de él.
La vida en sí son ciclos y aunque en el deporte nunca hay que dejar de avanzar, de emprender, de insistir, de buscar algo más (en todos los órdenes de la vida), tengo la sensación que me ha llegado el momento de discernir muy conciencenzudamente lo que realmente me llama y me motiva. No es que lo que haya hecho anteriormente sea carente de ello porque en su momento fueron elecciones particulares por tratarse de retos y batallas a superar aunque siento que es momento de mirar un poco más por mis satisfacciones personales a nivel deportivo que tantos años me costaron labrar y no tanto por dejarme la vida temporada sí y temporada también por reflotar barcos a la deriva.
Siendo así, en este sentido y, agradeciendo a cuantos equipos se han puesto en contacto conmigo durante el período transitorio de final de la anterior y esta pretemporada, no comenzaré entrenando a ningún equipo la temporada 2017/18 (la anterior y después de 16 años consecutivos haciéndolo tampoco la comencé aunque los últimos 15 partidos dirijí al UD Pilas en 1a. Andaluza).
Confluyen circunstancias de compromisos personales formativos que suelo tener hasta final de cada verano y confluirá, si Dios me concede una nueva dicha, de volver a ser padre allá por finales de año, razones de mucho peso junto con mi planteamiento anterior para pensar que o algo me atrae fuertemente o me quedo en casa.
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