martes, 9 de septiembre de 2014

PERDIMOS LA JOYA DE LA CORONA

Sin duda, en un juego como el del fútbol, la joya de la corona será por siempre el balón. El equipo que lo posea tendrá la oportunidad más preciada de marcar goles y, a la postre, poder ganar el partido.
Era el primer partido de la liga, debutábamos ante nuestra gente. Ellos sí que respondieron; acudieron llenando un campo en busca de buen fútbol y ver ganar a su equipo. Nosotros partíamos con la ilusión de poner en práctica todo lo preparado durante un mes el día que nos jugábamos los puntos pero nos quedamos con la amargura y la hiel de perder un partido y con ello llevarnos un disgusto.
Es el deporte. Compuesto de un buen número de batallas en las que unas ganas y otras pierdes y que como buenos deportistas hemos de reconocer los méritos de nuestros rivales.
Villafranco ha sido mejor que nosotros y ha ganado; mi gran amigo Cachola ha estado mejor que yo y me ha superado, esa ha sido la realidad.
Nuestro campo, casi inexpugnable durante toda una temporada, ha sentido como nuestro rival nos ha dominado y nos ha robado desde el principio la joya de la corona.
Desde el principio del partido ellos se han colocado mejor, han gestionado mejor sus posesiones y nos han puesto muchos problemas para poder hacer nuestro juego. Ya en el m.15 tuve que cambiar la distribución de mis jugadores y el "dibujo táctico" para paliar su mayor dominio en el centro del campo. Todo fue inútil, en esta primera parte nos superaron en todo; situación en el campo, ritmo, gestión de ataques, llegadas al área, más personalidad y seguridad y más creencia en lo que hacían. Sólo quedamos en tablas en el marcador para alivio nuestro.
El descanso nos sirvió para organizar nuevamente todo y espabilar al adormecimiento que nos había sometido nuestro rival. Pero a los 10 segundos de la reanudación, un error grave de concentración hizo que nos expulsaran a un jugador por doble amarilla por lo que el panorama cambió nuevamente y nada pudimos ejecutar de lo nuevo planeado.
Para mí hubiera sido fácil caer en la trampa y en la debilidad de dar el partido por finalizado en ataque y apertrecharnos atrás pero como no creo en el fútbol sin sus 3 momentos (defensa, ataque y transiciones), no hicimos ningún cambio, ni siquiera en cuanto al posicionamiento (hasta el momento jugábamos con 3 centrocampistas y pasamos, por la expulsión, a jugar con 2). La idea debía continuar y esforzarnos físicamente un poco más para cerrar más espacios.
Desde ese momento intentamos jugar nuestras bazas, sobre todo el ataque, a base de estampidas (ya el juego asociativo era inútil utilizarlo por razones obvias). Para ello, fuimos oxigenando el equipo con repetidos cambios a base de jugadores de refresco con la idea de perseverar en el esfuerzo defensivo sin dejar de buscar la portería rival, incluso estuvimos cómodos un ratito con esa desventaja numérica (aunque mermados pero el resultado sequía 0-0).
A 7 minutos del final y esperando un desgaste mental del rival por no imponerse en el marcador volvimos a cometer otro error grave de concentración al hacer una falta innecesaria cerca del área, unida a otro error gravísimo de marcaje, hicieron que marcaran el 0-1.
De ahí hasta el final lo intentamos a la desesperada pero ya quedaban pocas fuerzas e ideas para buscar algo más.
Por supuesto, como hago siempre, y en este caso con más énfasis, me apresuré al terminar el partido para saludar a un gran entrenador y amigo como Cachola y reconocer la superioridad de su equipo.
Nos queda, por tanto, prepararnos lo mejor posible para la 2ª de las 34 batallas que afrontaremos. Nuestra intejción es recuperar cuanto antes la joya de la corona, algo que nunca debimos perder y de ese modo optar a ganar el próximo partido el domingo 14 sept. a las 11´45 h. ante el C.D. Mairena.
¡Vamos equipo, adelante!

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