lunes, 14 de abril de 2014

NO NOS SALE

Tengo que reconocer que ahora mismo me invade una profunda pena y una gran responsabilidad por no poder otorgar felicidad en forma de victorias a los jugadores de mi equipo y todo lo que rodea a la familia del Atco. Sanlúcar.
Reconozco también que me cuesta relacionarme con mi gente, estoy distante, serio, no puedo dormir, no soy yo, el fútbol me absorbe.....lo siento. Perdónenme. Ni fluyen las palabras por mi mente a la hora de expresarme, no sé qué decir.
No puedo soportar ver a mis jugadores hacer todo lo posible por ganar partidos y que encadenemos derrota tras derrota. Sólo ellos y yo sabemos lo que se está luchando, cómo hacemos todo, con el mimo con el que preparamos cada partido y la energía futbolística y emocional invertida para que en cada encuentro caigan de nuestro lado los 3 puntos, pero no nos sale.
Las "heridas de guerra" cada vez son más dañinas a final de cada partido en forma de lesiones, golpes, impotencia, rabia, lágrimas......todas ellas remueven lo más profundo de mi cada vez que aparecen en ellos.
Todos saben que estamos haciendo quizás mucho más de lo que podemos pero también sabemos que aún no es suficiente.
Se me hará muy larga esta Semana Santa sin poder entrenar con ellos y poder prepararnos cuanto antes. Nos quedan 5 partidos y si Simeone dice que a ellos les quedan 5 finales, a nosotros nos quedan 5 finalísimas en las que no podemos fallar si queremos salir de este pozo tan negro de resultados y clasificación. Nadie es dudoso que mis jugadores se dejarán el alma y yo, algo más.
En esta nueva derrota en la tierra bien cuidada de Ibarburu 1-0 han vuelto a confluir aspectos que nos condenan fuera de nuestro campo como es una falta de acierto ante la portería rival.
En este partido hemos tenido más intención más que ningún otro disputado lejos de nuestro campo. Nos sacudió un gol en el m.2 en claro fuera de juego que no otorgó el asistente y que a la postre fue el único que subió al marcador.
Justo antes erramos una clarísima ocasión y otras tantas en la 1ª parte. En la 2ª parte aunque empujamos todo lo que pudimos, todo fue distinto, interrupciones y pérdidas de tiempo rival, agresiones rivales lejos del balón, aunque nada que nos sorprendiera ni que estuviera fuera del guión. No hubo manera de marcar.
Sólo me queda, de aquí al final, poner todo lo que sé de ésto (me queda mucho que aprender aún, por supuesto) para sacar a mi equipo de ahí y que retornemos  a la búsqueda de la felicidad en el fútbol.
Mientras tanto asumo toda la responsabilidad de la irregularidad que estamos mostrando, las críticas, los reproches, incluso las dudas que sobre mi pueda recaer. Lo siento, me afanaré nuevamente en estar lúcido para guiar el camino de los míos.

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