No hay nada ni nadie que detenga la sangre española para obtener triunfo tras triunfo en el deporte. Cada fin de semana, los nuestros nos enseñan el camino de la victoria y nos mantienen en vilo ante el televisor.
Ha tenido que ser en París donde David Ferrer consiga su 1er. Máster 1000 que le cataloga como uno de los grandes del tenis a las puertas de la disputa de la Copa Master. La constancia y entrega de este tenista son sus valores más representativos y los que le está llevando día tras día a consolidarse en la élite. Bravo por la casta de David.
Fernando Alonso, indiscutible mejor piloto de la parrilla ha dado muestras en Abu Dabi de otra exhibición al volante de su Ferrari que con cualquier otro piloto a su volante ya hubiera tirado la toalla ante la supremacía mecánica y tecnológica de los Red Bull pero tratándose de esta indomable fiera de la Fórmula 1 todo es posible. 10 puntos de desventaja y 2 Grandes Premios por disputarse. Todo está por decidir y Fernando es mucho Fernando.
Y un tal, Jorge Lorenzo no ha sido menos al proclamarse la semana pasada Campeón del Mundo de la máxima cilindrada en dura pugna con otro campeón nuestro, Dani Pedrosa haciendo de, como digo, la sangre española algo inagotable en las grandes citas deportivas.
Adelante los nuestros y a seguir luchando para mostrar el camino a los más jóvenes y futuras estrellas como ellos así como para darnos tantas alegrías cada semana.
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