martes, 30 de octubre de 2012

1 MEJOR QUE 0

Todavía hay mucha gente del fútbol que piensa como antaño, cuando ganar te hacía sumar dos puntos y empatar 1. Siendo así, algunos equipos y en algunos que otros partidos dieran por bueno un empate que permitía que "un pacto de no agresión" repartía 1 punto para cada equipo mientras que la ventaja no disminuía mucho con los equipos que, hipotéticamente, después de hacer un gran esfuerzo, se alzaban con los 2 puntos que otorgaba la victoria.
Emulando a la Premier y por normativa UEFA, en todas las ligas se instauró este cambio que favorecía la competitividad y la ambición por ganar.
Hoy día todavía, amparados en esta mentalidad antigua, se ve bien (quien lo vea) un empate no identificando que si tus competidores han ganado, en esa jornada te sacan 2 puntos de diferencia. En mi caso, me suelo tomar el empate como una derrota en el 99% de las ocasiones. Y todo aquél que me conozca sabe que no hago demagogia con esta afirmación ya que mis equipos siempre van buscando la portería rival a riesgo de perder lo ganado durante muchos minutos del partido (ya nos ha ocurrido hace pocas fechas). Se trata de una convicción personal y como tal lo suelo inculcar a mis jugadores.
Ese dicho del fútbol de aquí de "no quieras ganar en 5 minutos lo que no has podido en 85" no va conmigo ni con mis equipos. Ésto lo considero una falta de ambición y un desperdicio de 5 minutos que habrías tenido para superar a tu rival. Cuestión de interpretaciones, respeto a quien lo haga pero yo no.
Pero siempre hay excepciones a esta, por otra parte fea, regla del empate. Y no es otra situación que cuando vas perdiendo y ansías con todas tus fuerzas volcarte en la portería rival y obtener este rédito menor de al menos no perder. Este ha sido el caso del Lora 2 - C.D. Diez 2.
Después de no haber sido un buen partido por parte de ninguno de los dos equipos haciendo de lo desarrollado sobre el terreno de juego algo poco atractivo para el espectador, sobre todo en la 1ª parte (0-0); la 2ª comenzó con más bríos, la competencia se hizo más fuerte aunque mi equipo no acababa de cuajar, ni madurar, ni asentarse en un campo complicado como el del Lora. Los ribereños marcaron de falta directa a los 10' y enseguida respondimos con otra falta directa para empatar. De ahí hasta el final fue una locura dentro y fuera del campo (lo de fuera del campo no voy a hacer mención ni adjetivación ya que el árbitro no lo reflejó en el acta por lo que no voy a ser yo quien lo airee en este blog, más sabiendo que ésto que escribo suele ser leido por muchos mas sectores de personas de los que yo pueda imaginar, así que, por mi parte, en el campo se quedó). Lora nos marcó el 2-1 por medio de una gran jugada y un grave desajuste defensivo nuestro a eso del m.80. De ahí hasta el final nos tiramos al ataque para enderezar algo que no habíamos sido capaces durante todo el tiempo atrás. Nuestro empate llegó en el m.1 de los 3 que se dieron de descuento. Fue marcado más con el corazón que con criterio futbolístico acertado y aunque a mi exigencia no le sea suficiente, entiendo a mis jugadores y su euforia final. En este caso, y sólo en este caso 1 ha sido mejor que 0.

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