Aún sabiendo el peligro en el que se incurre en algunos deportes como es el caso del motociclismo, en la vida uno se puede pensar cómo pueden llegar a producirse noticas tan tristes y trágicas como la que hemos tenido hoy con la muerte de Marco Simoncelli. Es un horror ver las imágenes y observar cómo un chico de 24 años se deja la vida en el asfalto. De vez en cuando he visto las carreras y siempre decía que este chico estaba loco y que ponía en peligro la integridad física de muchos de sus compañeros con su pilotar pero es que era muy joven y su ímpetu seguro le cegaba. Hoy nos ha dejado para siempre inundando de pena, luto y dolor el padock. Descanse en paz Simoncelli.
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